HOME I PUBLICACIONES I 05 DE JUNIO 2024
FALCONIER. TESTIMONIO DE SANTIDAD
La Virtud hace bueno al sujeto que la posee y a sus actos
Era el 30 de Mayo de 1982 y la familia estaba reunida festejando el cumpleaños de Ñequi y también los 38 de Juan José que los cumplía al otro día. Fue la ultima vez que la familia Falconier estuvo reunida al completo ya que luego de este momento emotivo partió para dar cumplimiento con su deber militar. El 07 de Junio entregaría su vida por la Patria.
Antes de despedirse de los suyos, sabiendo que las posibilidades de morir en combate eran reales, le dice a su esposa Claudia que le dejaba dos cartas, una para ella y otra para sus cinco hijos: María Alejandra “Mononi” de 7 años, Juan José “Ñequi” de 6, Eduardo de 2, María de los Angeles de 1 y María Belén que aun estaba en la panza de su mamá. La primera es una misiva cargada de amor pero del amor más profundo y puro que pueda existir; exhorta a su amada que rehaga su vida, que cuide de sus padres y que le prometiera que iba a ser feliz. La segunda habla por sí misma…
(Carta postuma Juan José Falconier)
A Ñequi y Mononi:
Su padre no los abandona, “simplemente” dio su vida por los demás, por ustedes y vuestros hijos… y los que hereden mi PATRIA.
Les va a faltar mi compañía y mis consejos, pero les dejo la mejor compañía y el más sabio consejero, a DIOS; aférrense a él, sientan que lo aman hasta que les estalle el pecho de alegría, y amen limpiamente; es la única forma de vivir la “buena vida”, y cada vez que luchen para no dejarse tentar, para no alejarse de “ÉL”, para no aflojar, yo estaré junto a ustedes, codo a codo aferrando el amor.
Sean una “familia”, respetando y amando a mamá aunque le vean errores, sean siempre solo “uno”, siempre unidos.
Les dejo un apellido “FALCONIER” para que lo lleven con orgullo y dignifiquen, no con dinero ni bienes materiales, sino con cultura con amor, con la belleza de las almas limpias, siendo cada vez más hombre y menos animal, y por sobre todo enfrentando la vida con la VERDAD, asumiendo responsabilidades aunque les “cueste” sufrir sinsabores o la vida misma.
Les dejo:
– Muy poco en el orden material,
– un apellido: “FALCONIER”,
– a DIOS (ante quien todo lo demás no importa)
PAPÁ
Para que mis hijos lo lean desde jóvenes y hasta que sean viejos, porque a medida que pasen los años adquieran experiencias, o tengan hijos, le irán encontrando nuevo y más significado a estas palabras que escribí con amor de padre.
Día D:
Estaba amaneciendo el 07 de Junio de 1982, el conflicto armado estaba llegando al punto culminante. Dos aeronaves Learjet del Escuadrón Fenix (*1), con una misión en cumplimento de una orden fragmentaria de reconocimiento aerofotográfico y de “diversión” despegan rumbo a Malvinas desde Comodoro Rivadavia, otras dos aeronaves lo harían desde la Base Aeronaval de Río Grande. Harían una aproximación hasta las Islas en vuelo rasante pero luego tomarían una altura de 40.000 Pies para evitar ser alcanzados por los misiles ingleses que, se suponía, tenían una capacidad de hasta 38.000 Pies. Pero dos misiles superficie aire Sea Dart de mas capacidad, fueron lanzados desde el destructor HMS Exeter, uno de ellos impacta en el fuselaje del Learjet 35A T-24 del Vicecomodoro Rodolfo de la Colina, Mayor Juan José Falconier (*2), Capitan Marcelo Lotufo, Suboficial Ayudante Francisco Luna y del Suboficial Auxiliar Guido Marizza. “No hay nada que podamos hacer, dice de la Colina, ¡viva la Patria!”; estas fueron las ultimas palabras de aquella heroica tripulación que en “tirabuzón chato” caería sobre el norte de la Isla Borbón. Su numeral ve y oye la situación y comienza su maniobra de escape y repliegue hacia el continente.
Análisis y prueba:
Intentaremos abordar estas lineas desde su entorno, momento histórico, situación personal, destinatarios y hasta testamentariamente es decir, un primer análisis exegético para luego ensayar un abordaje mas hermenéutico que pretende iluminar, desde el corazón del autor, analizando qué quiso transmitir pero sobre todo lo que podemos extraer del texto para nuestro presente.
Una carta/legado de este calibre ciertamente no se improvisa, no es algo que se pueda escribir de un momento a otro; es el fruto maduro de una vida que se apresta al momento culmine.
El corazón de la misma podría ser tranquilamente el titulo de una Tesis sobre las Virtudes, como posibilidad real de perfeccionamiento de las potencias humanas, porque baja a lo concreto y singular como posible el sentido de la trascendencia:
“Les dejo un apellido `FALCONIER´ para que lo lleven con orgullo y dignifiquen, no con dinero ni bienes materiales, sino con cultura con amor, con la belleza de las almas limpias”.
A lo largo de la misiva observamos como se trasuntan notas claras que expresan sin lugar a dudas el espíritu de un hombre virtuoso. Un hecho real, una vida concreta de una persona simple, esposo, padre y trabajador que, llegado el momento culminante, se dispone a cumplir su juramento “defender a la Patria si fuera necesario con su propia vida”. Esto no se improvisa, esto es el fruto de un trabajo dedicado al perfeccionamiento de su persona humana en un contexto donde los valores sociales actuales, probablemente, lejos están del sentir del autor. Causa ejemplar, modelo a seguir, una posibilidad real de hacer el bien siendo bueno sin mas esfuerzo del que impone el ejercicio concienzudo de las virtudes.
Las virtudes en general, que son hábitos electivos que consisten en un termino medio regulado por la recta razón, tienen un cuerpo y un alma. Su materialidad es el ejercicio de las mismas, son los actos operativos buenos de cada potencia que siguiendo su obrar propio alcanza su fin especifico sin que nada lo desvíe de su objeto. El espíritu de las virtudes o el alma, es lo que les imprime su carácter y es precisamente, lo que las distingue y diferencia substancialmente de una mera costumbre.
El acto principal de las virtudes morales es la elección de lo mejor en las presentes circunstancias. Elección que ha de ser interior o libre, ordenada y apropiada, de lo mejor, es decir prudente. Así, la virtud moral perfecciona la obra desde la misma intención o motivo del obrar, haciendo que la persona obre bien y quiera obrar bien en cada circunstancia, determinando los fines y eligiendo los medios proporcionados sin detenerse en consideraciones inferiores que puedan desordenarlo. Esto es importante en relación a las virtudes naturales, ya que una vida virtuosa natural responderá, en general, a la intención de alcanzar el fin ultimo trascendente. A esto debe acompañarlo la prudencia natural, regulando la vida moral en función de esa intención fundamental.
Y esa elección es la de la voluntad y los apetitos sensibles (a diferencia de las virtudes intelectuales que van a perfeccionar el conocimiento o la producción de una obra exterior).
Las virtudes morales tienen por objeto inmediato la conformidad del obrar con la norma moral, en lo que hace al entendimiento, la voluntad y las pasiones.
Las numerosas virtudes morales (más de cincuenta) se abren en un abanico desde el carden de las cuatro virtudes cardinales. Desde allí se pueden analizar sus elementos o partes integrales que la favorecen, sus especies en que se subdividen o partes subjetivas o esenciales y las virtudes derivadas o anexas o partes potenciales.
Dicho esto, ahora veremos las virtudes en Falconier:
Prudencia en general (recta ratio agibilium)
Dirige el entendimiento practico. Es la recta medida del obrar. Es la elección libre de lo mejor. Es como el auriga que conduce a las demás virtudes. Sin ella podrían desbocarse y convertirse, por exceso o por defecto, en un vicio. Es aquí, no la rectitud del juicio sino la rectitud de la voluntad que no se deja arrastrar por cualquier bien. El Sujeto de esta virtud es el Intelecto Practico mientras que su Objeto es el Bien pero como cognoscible -sub ratione veri-.
Sus especies son: Prudencia personal, doméstica y política, respectivamente para gobierno propio, de la familia y de la sociedad.
Sus elementos o partes integrales son: la memoria o experiencia, la disposición a escuchar consejos, la ejecutividad, etc.
PRUDENCIA EN FALCONIER:
Podemos ver perfectamente los pasos propios de esta virtud en este fragmento de la carta:
“Les va a faltar mi compañía y mis consejos, pero les dejo la mejor compañía y el más sabio consejero, a DIOS”
En esta frase, y también nos permitimos meditar en sus momentos previos de reflexión personal antes de poner por escrito su legado, se deja ver la Prudencia en Falconier, incluso acompañado por sus partes Potenciales o Virtudes auxiliares. Los exhorta a buscar la independencia y responsabilidad de sus actos confiando en Dios (=voz de la conciencia, norma ética subjetiva, deber ser en el obrar); ya que la Inteligencia Recta tiene que iluminar… esa es justamente la función de la Prudencia. Es decir, toda su reflexión que es lo que abunda en su corazón, de la cual su carta es la evidencia, forma la primera parte de la Prudencia, el Consejo o Deliberación, para luego pasar al Juicio (hasta aquí está en la razón especulativa) “aferrense a él” y, finalmente, el Imperio (ya en la razón práctica) aplicando a la operación esos consejos y juicios “amen limpiamente”; justamente aquí se consumaría la Prudencia… en este punto se unen la inteligencia con la voluntad, el acto intelectual ya embebido por completo de voluntad es decir, la razón practica, Impera, penetra la elección de la voluntad “Es la única forma de vivir la `buena vida´”. La Voluntad que es potencia ciega, tiene por Objeto el Bien como deseable -ut appetibile-, y precisamente en la voluntad se consuma la perfección o sea, iluminada por la recta razón es decir por la Prudencia es consumada la virtud. Ciertamente en él es Prudencia y es así que aconseja de lo que abunda en su corazón; es el buen consejero y aquí la virtud de la Eubulía* “les dejo el más sabio consejero, a Dios”. Luego se aprecia con claridad la acción de la Synesis* , “aférrense a él, sientan que lo aman hasta que les estalle el pecho de alegría, y amen limpiamente”; es el buen sentido moral, es un recto juicio en las acciones particulares. Va ordenando y perfeccionando la razón practica para el recto juicio. Finalmente podemos afirmar que la Gnome* o perspicacia en el juicio corona su legado, es consciente que tal vez no volvería y se anticipa a ese momento lo que significa un juicio que se da fuera de las reglas comunes “… yo estaré junto a ustedes, codo a codo aferrando el amor”; se necesita más perspicacia, más penetración, más habilidad y profundidad realista para saber hacer un juicio para cuando ya no esté.
Justicia en general: Dar a cada uno lo suyo.
Perfecciona la voluntad en el hábito de dar a cada uno lo suyo (ius suum quique tribuendi, en el derecho romano).
La justicia puede ser Vertical: mirando hacia arriba; u Horizontal: mirando hacia los costados.
Sus especies o partes subjetivas son: Justicia distributiva, legal y conmutativa.
Distributiva: DEL TODO A LA PARTE (de la sociedad al individuo) Distribuye los cargos y las cargas, un puesto o un impuesto.
Legal: DE LA PARTE AL TODO (del individuo a la sociedad) = dar a la sociedad. Tiene por objeto el bien común.
Conmutativa: DE LA PARTE A LA PARTE (de individuo a individuo) Puede ser entre personas o sociedades.
Destacamos aquí la virtud derivada de la religión, que es la virtud moral natural más importante, pues hace referencia al fin ultimo y es, en la vida humana, como la forma de las demás virtudes que deben cumplirse como homenajes al Ser Trascendente.
JUSTICIA EN FALCONIER:
En primer lugar notamos la disposición permanente de cumplir con el precepto de justicia en todas sus formas o Partes Subjetivas, en primer lugar la Justicia Legal es decir, de la parte al todo y en una escala vertical ascendente (propio de esta forma de justicia); Dios: “(ante quien todo lo demás no importa)”. Es admirable como podemos notar en la siguiente frase otra de las Virtudes Auxiliares de la Justicia, la Religión que ordena los actos en justicia hacia lo Superior Trascendente, “aférrense a él, sientan que lo aman hasta que les estalle el pecho de alegría”.
Patria: “Los que hereden mi Patria” … por quien daré mi vida (se concluye). También aquí notamos en grado heroico la acción de otra de las Virtudes Auxiliares de Justicia, la Piedad.
Familia: “Sean una `familia´, respetando y amando a mamá (nuevamente aquí la Piedad) aunque le vean errores”. Respeto, honra y veneración son las propiedades de la Justicia por medio de la cual se puede devolver proporcional y equitativamente lo que los padres han hecho por sus hijos.
Justicia Distributiva: Les dejo:
– Muy poco en el orden material,
– un apellido: “FALCONIER”,
– a DIOS (ante quien todo lo demás no importa)
Justicia Conmutativa: es la justicia general, la más estricta, es dar lo que se debe exactamente “sean siempre solo `uno´”, la unidad es el fruto del respeto y equilibrio, precisamente lo demandado en la esta justicia. “… siempre unidos”. Este ultimo siempre unidos es una exhortación a la unidad en el amor y respeto que son los constitutivos principales del principio cohesionante de toda sociedad, en este caso la primera sociedad es decir, la familia.
La Misericordia, ut Supra Justicia:
Vemos en Falconier, una disposición perfecta y serena a DAR su propia vida por los demás (“no hay amor mas grande que dar la vida por los que se aman” Jn 15, 17). Esta disposición lleva implícita la posibilidad real de morir como consecuencia de una confrontación bélica.
“Su padre no los abandona, `simplemente´ dió su vida por los demás, por ustedes y vuestros hijos… y los que hereden mi Patria”.
Todo su testamento esta embebido de Misericordia.
En ninguna parte se nota resentimiento, temor, frustración, tristeza, rebeldía o resistencia irracional, no induce al odio.
Su misiva es de un estado de pureza superior, como un abuelo que reúne a su familia para despedirse luego de una vida larga y feliz.
Es como un “cordero manso” que se apresta para entregarse…
Exhorta al amor, al perdón, no solo a “mamá aun cuando le vean errores”, sino a los que le causarán la muerte, por “los que hereden mi Patria”.
Fortaleza en general: Consiste en vencer los obstáculos.
Perfección del irascible o impulso a la lucha. Sus dos actos principales son la resistencia y el justo ataque. Su objeto es el bien arduo y la prudencia es la guía en esa lucha, moderando el temor (defecto) y excitando la audacia sin caer en la temeridad (exceso).
Sus elementos o partes integrales son: la magnanimidad, magnificencia, paciencia, perseverancia. Si la vida moral requiere esfuerzo, la fortaleza es clave. Y el ejemplo de fortaleza alienta a los demás, comunica serenidad, seguridad y grandeza de animo.
Fortaleza en Falconier:
Vencer los obstáculos “aunque les `cueste´”. Es la audacia de emprender con valor la lucha aunque se tenga que “sufrir sinsabores” y, más aun, la perseverancia ya que el obstáculo más temido es la duración del esfuerzo lo que demanda determinación y tenacidad “al máximo (incluso hasta) `la vida misma´”. “y cada vez que luchen para no dejarse tentar (Objeto de la Fortaleza), para no alejarse de “ÉL” (como la Verdad en sí misma, Objeto del Intelecto Especulativo), para no aflojar, yo estaré junto a ustedes, codo a codo aferrando el amor” (aquí la Virtud que es alma de todo el cuerpo de virtudes, la Caridad que es el amor efectivo, querer el bien del otro).
Ya cerrando su misiva, Falconier, deja su herencia magna. Pues la Magnanimidad es la virtud que inclina a lo grande, a lo que es verdaderamente digno de honor, en todo genero de obras virtuosas. “Para que mis hijos lo lean desde jóvenes y hasta que sean viejos, porque a medida que pasen los años adquieran experiencias, o tengan hijos, le irán encontrando nuevo y más significado a estas palabras que escribí con amor de padre”.
Templanza en general: Es la moderación de los placeres sensibles.
Modera el impulso al placer (o concupiscible). Así la persona modera su natural tendencia al placer, sin anularla o reprimirla, ni abandonarla a sus caprichos del momento.
Sus especies son: la abstinencia, sobriedad, castidad. Destaquemos aquí la humildad, parte potencial o virtud derivada de la templanza, que modera el apetito de la propia excelencia. Su contrario, el orgullo, raíz de todos los vicios al amarse la persona a sí misma pero desordenadamente y no reconocer norma alguna superior a la propia voluntad. Otra derivada es la estudiosidad, que modera el deseo de saber y ayuda a cultivar una vida intelectual ordenada y fecunda, su contrario sería la curiositas que sería algo como estar pendiente por información de hechos intrascendentes o particulares que solo provocan hinchazón intelectual más que nutrir el saber.
Templanza en Falconier:
Es la disposición a admitir solamente los placeres conforme a la razón. Por eso Falconier aconseja a sus hijos ser “cada vez más hombre y menos animal”. Esta expresión es de una precisión sin igual. No es mera estimativa o instinto, sino una estimativa superior o cogitativa iluminada por la razón practica con su objeto propio que es el Bien como cognoscible, bajo la razón de verdad, y no ser desviado por la pasión más animal.
Es el perfecto ejemplo de la Virtud de la Templanza en acción, o sea, dominando/moderando el apetito sensible (animal) Iluminado e Imperado por la Prudencia, sin desviarse de su objeto y fin.
El Bien y la Verdad están unidos íntimamente por la Caridad, de modo que no existe una sin la otra y, si aun así se pretende separarlas, estarían falsificadas. Ejemplo de ello fueron nuestros compatriotas que a pesar de tener una vida y una familia que los esperada, llegado el momento, no dudaron en entregar su vida por la Patria, es decir, por el bien común que es el más noble de todos los bienes.
Entonces sí, podemos afirmar que las Virtudes, encarnadas en esta causa ejemplar que es el Sr. Vicecomodoro (Post-Mortem) Juan José Falconier y sus camaradas, tienen la eficacia necesaria para perfeccionar las potencias de la persona en su itinerario hacia el fin último propio sin detenerse en considerar las propuestas de una sociedad que tal vez haya perdido el sentido de la trascendencia.
Gracias de la Colina, Gracias Falconier, Gracias Lotufo, Luna y Marizza; y Gracias a sus esposas e hijos que en una entrega de máximo amor supieron hacer la ofrenda mayor, que fue no negarle a nuestra Nación estas semillas puras para que algún día florezcan como frutos preciosos y teñir de azul y blando ese pedazo de terruño eternamente argentino.
He aquí nuestros verdaderos Héroes y Santos. ¡Viva la Patria!
Este es nuestro humilde homenaje a hombres y mujeres que como Juan José no se guardaron nada sino que dieron todo por amor a Dios, a la Patria y a sus propias familias.
Pbro. Eduardo A. Castellanos
***ANTICIPO DEL NUEVO LIBRO
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1*Esta Unidad denominada Escuadrón Fénix se crea por resolución firmada el 28 de abril de 1982 y se disuelve el 14 de Junio de 1982. Las misiones que realizaban eran de Diversión y Engaño, Guiado de Aviones de Combate, Retransmisión en vuelo, Exploración y Reconocimiento, Traslado de Personal y Material; cada una de estas tareas fue realizada por distintas aeronaves de acuerdo con sus performances aerodinámicas y capacidades especiales. El Mayor Juan José Falconier fue el encargado de trasladar los treintas aviones seleccionados y sus tripulaciones a la Base de Comodoro Rivadavia que junto con cinco Lear Jet de la Fuerza Aérea Argentina conformaron el citado Escuadrón, que pasó a depender del Departamento Exploración y Reconocimiento y Operaciones Especiales a cargo de Comodoro Ferri. Falconier fue uno de los oficiales jefes designado para elegir las mejores aeronaves de la aviación general y conformar este Elemento único compuesto por aviones civiles y militares, con la finalidad de realizar tareas que complementaban las misiones de los aviones de las Unidades de Combate. Operaban sin armamento ni protección alguna contra el enemigo, solamente eran apoyados por el radar de la Fuerza Aérea en Puerto Argentino
2*Orden Fragmentaria es aquella que solo tienen conocimiento de la misma quienes la elaboran y quien va a dar cumplimiento.
3*Falconier se desempeñaba como oficial asesor del Departamento Exploración y Reconocimiento y Operaciones Especiales; y solicitó realizar algunos vuelos para ayudar ya que no era su tarea principal. Es así como el día 7 de Junio fue él quien solicitó realizar la misión.
4* La Eubulía es la virtud del buen consejo. Y es una de las partes potenciales o virtudes auxiliares de la Prudencia.
5*La Synesis o buen sentido moral, es la virtud que ordena y perfecciona la razón práctica para el recto juicio.
6*La tercera de estas virtudes auxiliares es la Gnome o perspicacia de juicio. Es un juicio también, perfecciona el entendimiento práctico en orden al juicio, pero un juicio que se da fuera de las reglas comunes o leyes, es decir, necesita más perspicacia, más penetración, más habilidad.
Asociación de Tripulantes de Transporte Aéreo
05 JUNIO 2024